Quiero decir, superada esa tristeza que está instalándose como algo común en las carreras donde se cuida cada vez menos al corredor. La excusa estará en la crisis o en la gran fiebre del running que cuidando o no a los participantes aparecerán por millares en la próxima carrera.
Superado, como digo, este bache inicial, la carrera, por recorrido y asistencia, al menos en su versión más larga fue estupenda. El recorrido es fantástico por una zona de monte diseminada de maquinaria militar y de soldados que ofrecen su mejor cara al paso del tropel de corredores. Y la asistencia la encontré por mi parte suficiente para la distancia.
Un gran día de carrera donde disfrutamos de una mañana de atletismo, compañerismo y esfuerzo. Dejaré unas fotos que lo demuestran. Luego gran comilona.
En los momentos previos, un selfie para calentar.
En la salida siempre buena cara.
Pasando el puente de los pontoneros, un emblema de la carrera.
Bajando el puente Antonio y Jesús.
Jesús y Antonio cruzan con cuidado.
Bajando el puente hay un montón de fotos.
Hay que posar para salir bien en la foto. Que raro, Andrés que no se dio cuenta de la cámara, estaría concentrado en la estrategia.
Ojo que hay barro, atención, atención.
Se demuestra que sabíamos que interesaba que se viera bien el dorsal para luego verse en las fotos. Se nota, ¿verdad?.
Posando para la foto.
Después de bajar la gran cuesta, concentrados en el objetivo.
Andrés tan expresivo como siempre, seguramente le estaría llamando la atención al fotógrafo. ¡Eeeeeeechame una fotoooo!.
Saludos a todos. Nos vemos en la próxima.
1 comentario:
Buen regusto nos dejo la carrer, si señorrrrrrr.
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